lunes, 30 de octubre de 2017

El crimen del conde Neville

Leo "El crimen del conde Neville", el último libro de la escritora belga Amélie Nothomb quien, con una prosa excelente, una gran genialidad estilística y un fuerte tono irónico elabora un corto sainete en torno a un garden party que organizan el conde Henri y su esposa Alexandra antes de vender, acuciados por las deudas, el castillo familiar de Pluvier. Un argumento que recuerda a "El crimen de Lord Arthur Savile" de Oscar Wilde (como bien precisa la autora en el texto), mucha cultura asimilada hasta lo ideal (hay citas de libros de Sófocles, de Bernanos, de Proust y de Stendhal), ágiles diálogos y duelos dialécticos, una agradable tendencia a un humor devastador (la novelista da a los hijos del conde los nombres de dos asesinos mitológicos como son Oreste y Électre y, reserva para la menor el de "Sèrieuse" y no el de Ifigenia, ya que hace que su protagonista se muestre más tolerante con el parricidio y el matricidio que con el infanticidio), un tono de serenidad y de moralidad, temas recurrentes como son la complacencia, el insomnio y Dios, un correcto reflejo de la adolescente Sèrieuse (a la que veo como un alter ego de la escritora al leer de ella que es “torpe, taciturna y a disgusto en su propia piel“), un peligroso punto de vista (según el cual los niños nacidos antes de 1975 han nacido para seducir y los nacidos tras esa fecha, lo han sido para ser seducidos -en relación a la atención y afecto de sus padres-, ya que los niños modernos sólo dan a sus padres una cuota mínima de afecto) y una divertida entronización de la familia Nothomb como parte del “mundillo aristocrático” (cuando cuenta que casi todos los miembros honestos de ese mundillo en aquel periodo de crisis, vendían sus castillos, dice "los Nothomb acababan de poner a la venta el Pont d’ Oye”), he disfrutado -como siempre que leo obras de esta autora- de un libro emocionante, humano y racional. De 8.