sábado, 14 de octubre de 2017

Derecho natural

Leo "Derecho natural", la nueva novela en la que Ignacio Martínez de Pisón, juega muy bien con el doble sentido, al ponerle título. Así, animada por el título (al igual que al personaje principal, a mí también me dio clase de Derecho Natural, Jaime Brufau), me paseo por la España de la Transición, de los movimientos estudiantiles, de los primeros momentos de la Constitución y de los peores años de la heroína. Con un potente lenguaje y dando protagonismo a la primera persona, con una acertada labor de documentación, unas perfectas caracterizaciones de los personajes, unos correctos saltos temporales integrados en el texto de la narración, una buena ambientación y una cuidada narrativa, de la mano del joven Ángel, el novelista plasma adecuadamente, su infancia y paso a la edad adulta, en una peculiar familia donde su padre explota el parecido físico con Demis Roussos (y termina haciendo galas imitando al cantante griego), su madre se mueve con desenvoltura en el ámbito externo pero es incapaz de manejar la dimensión privada (su toxicidad, hecha de contradicciones sutiles, de acumular ofensas para demostrar que nada le ofende y de un afán de protección, es en realidad un grito de auxilio), su hermano Manolo desarrolla conductas asociales (debido al abandono del padre) y Paloma acaba en "poder" de los Servicios Sociales por sus intentos autolíticos. Le doy un 7,8 a este libro en el que -gracias a mi trabajo- veo unos cuantos errores por lo que respecta a las figuras jurídicas que aparecen ya que, los padres no pueden perder la tutela y no existe la situación de "acogimiento no preadoptivo" que el novelista utiliza entrecomillada, sino que, cuando intervenimos los Servicios Sociales, dejamos suspendida la patria potestad de los padres (no es tutela, sino patria potestad, la figura que corresponde utilizar) y formalizamos distintos acogimientos entre los que no existe el que denomina el novelista (la ley sólo contempla el temporal, el permanente y el preadoptivo que ahora se llama "delegación de guarda con fines de adopción").