viernes, 15 de septiembre de 2017

Llamadme Alejandra

Leo la novela ganadora del Premio Azorín 2017, "Llamadme Alejandra" escrita por la bilbaína Espido Freire quien, en primera persona, de la mano de la zarina Alejandra Fiódorovna Románova, nos relata los últimos días de la detención que sufre de la familia del zar Nicolás II, una vez que, habiéndoles robado los objetos de valor y cambiándoles constantemente de ubicación, intuyen que el ejército blanco está a las puertas de Ekaterimburgo y el ejército rojo -que les retiene- teme su derrota. Con una narrativa clara, un tono emotivo que impregna todo el texto, unos logrados saltos temporales (para relatar acciones pasadas), el recurso de insertar en el cuerpo del libro además de las cartas que las niñas envían a su padre, a su profesor y a unas tías, dos informes "policiales" y un interrogatorio a una de las limpiadoras del escenario de los asesinatos en la Casa del Propósito Especial, una correcta técnica (a pesar de que echo de menos los acentos en los pronombres sólo y sóla y veo una doble negación "Aunque mi marido le restaba importancia y defendía a su tío como incapaz de ninguna vileza..."), la escritora consigue con acierto meterse en la piel de la zarina para rememorar lo que ha sido su vida -su infancia y su matrimonio- y los últimos veinte años de reinado, caracterizados por la búsqueda constante de consejeros fieles y honrados. Mucha labor de documentación (hay abundantes frases y expresiones de la reina Victoria, de la zarina y de sus hijas entrecomilladas) le ha permitido a la autora, plasmar con acierto las costumbres de la aristocracia rusa, el Domingo Sangriento, la convocatoria de la Duma, los levantamientos de campesinos, la labor de la zarina atendiendo a su familia y a los heridos en la guerra y su amistad con Rasputín sin que encuentre explicación al gran desarrollo e importancia que ha querido dar a la figura de Anna Vyrubova, una de las grandes amigas de Alejandra. Amena, de 5,7.