miércoles, 6 de septiembre de 2017

La viuda negra

Tras leer una entrevista del estadounidense Daniel Silva acerca de la triste coincidencia que tiene la trama de su última novela "La viuda negra" con los atentados del Estado Islámico en Europa, he leído muy entretenida la que hace el número 16 de la saga protagonizada por Gabriel Allon, un espía que además es un afamado restaurador de arte. El autor dice, en la Nota con la que comienza su novela, que comenzó a trabajar en el libro unos meses antes de que se produjeran la serie de atentados que el ISIS llevó a cabo en París y Bruselas y, tras considerar abandonar el manuscrito, optó por completarlo tal y como lo había concebido en un principio, como si los trágicos sucesos no hubieran tenido lugar aún. Y, así, la trepidante trama comienza cuando, tras más de 4000 incidentes producidos en el último año en suelo francés investigados por el Centro Isaac Weinberg para el Estudio del Antisemitismo en Francia, son miembros de éste, los que sufren un cruel atentado. De la mano de unos personajes muy bien construídos (el autor les ha involucrado desde hace muchos años en la lucha antiterrorista en Europa, lo que le obliga a mantenerlos al tanto de los acontecimientos internacionales), con una excelente documentación (el novelista dice que ha consultado cientos de libros, artículos de periódicos, revistas y páginas web), con guiños a todas sus anteriores novelas, giros argumentales interesantes y una gran técnica e imaginación, el escritor idea un libro en el que, partiendo de las agresiones antisemitas que sistemáticamente se están produciendo en Francia, pasa revista a la población musulmana de Molenbeek (más de 100.000 habitantes), a la razón de por qué la causa del extremismo islamista convence a las almas extraviadas (4000 occidentales han acudido a la llamada del califato, entre ellos más de 500 mujeres), a la situación que se está produciendo en Arabia Saudí con la caída general de los precios del petróleo, a las raíces y el crecimiento acelerado del ISIS y, a que ya no es necesario que éste infiltre a terroristas dentro de Europa Occidental ya que los territoristas están aquí (en Francia, en los barrios musulmanes de Bruselas, Amsterdam, Copenhague, Malmö, Londres y Luton). Tanto entretenimiento para poder ponerme al día sobre el Estado Islámico ha llegado a distraerme de la falta de signos de puntuación y de acentos en los pronombres posesivos que sí he apreciado al principio. Estupenda, de 7,5.