miércoles, 6 de septiembre de 2017

A grandes males

Leo "A grandes males", el tercer libro de la segunda trilogía "Refranes, canciones y rastros de sangre" -dejando a salvo el spin-off de Versos, canciones y trocitos de carne- del escritor vallisoletano César Pérez Gellida, el que -hasta ahora- me ha resultado de trama más compleja y elaborada que los anteriores pero, si bien el anterior "Cuchillo de palo" me sonaba a novela de Dan Brown, con este no tengo duda alguna ya que, el mundo de Dante (y, en especial el de La Divina Comedia) y el ocultismo como telón de fondo de una aventura a contrareloj, fueron el escenario de su "Inferno" editada en el año 2013. En esta obra, el autor vallisoletano, vuelve a abusar de los chascarrillos y bromas en las conversaciones, de los insultos -más o menos- jocosos (en el anterior, el abuso giraba en torno a los dichos populares y los refranes), del exceso de documentación acerca de los misterios contenidos entre los muros de los palacios Salvo y Barolo y de la enigmática obra del arquitecto Mario Palanti (el propio autor reconoce que la novela surge de la colisión del hilo argumental de sus obras precedentes con los acontecimientos históricos que se encuentra durante la fase de documentación, como yo he comprobado, al alcance de todo el mundo, en la Wikipedia) y del empleo de los modismos. Sin embargo, he de decir que, a pesar de que, la incógnita acerca de la localización de los restos de Dante Alighieri, los mensajes contenidos en La Divina Comedia, la figura de Dante como Gran Maestre y la vinculación de grandes personajes contemporáneos con la masonería, son temas demasiado tratados en la literatura, he pasado un rato entretenido y aún me sigo preguntando por qué han precisado de Dolores Redondo como prologista y si la banda sonora que da titulo a los capítulos, interpreta Bujalesky y el autor consigna al final es inventada o añadida. De 5,7.