martes, 28 de marzo de 2017

Tarta de almendras con amor

¿Ángela Vallvey tiene una hermana adolescente a la que ha permitido usar su nombre a la hora de escribir un libro? No he pensado en otra cosa cuando he terminado de leer "Tarta de almendras con amor" y no os engaño si digo que, al terminar, he corrido a comprobar cuál es el nombre que aparece en la portada ya que me parecía increíble que una novelista a la que le compro y le leo todo y, que tanto me emoció y agradó con novelas como "A la caza del último hombre salvaje" o "El viaje de una hoja de lechuga", haya escrito un libro tan flojo y tan malo. En la baja calidad literaria de esta novela ¿tendrá algo que ver la exhibición mediática de la escritora? o, quizá es que ¿la he perdido como autora literaria en favor de colaboraciones escritas en medios periodísticos?. Esta obra protagonizada por una joven de 17 años con problemas de autoestima (es una chica obesa y tímida que cuida de su padre viudo y todo lo resuelve a base de búsquedas en "Yahoo Respuestas" y "Forocoches.com"), me ha decepcionado por la sencillez de la trama, porque no comprendo cómo una joven que no sabe cocinar no deja de utilizar -al hablar- conceptos culinarios, porque no entiendo la colocación de absurdos hashtags que no tienen nada que ver con el desarrollo del texto(por ej.
ni la inserción de frases reflejadas en los muros del Facebook ni la utilización de los consejos de la tia Mirna; porque no tiene sentido la inserción de tantos chistes, dichos y chascarrillos fáciles; porque no consigo entender cuándo la protagonista acude a clase si dice que "Paso la mañana aprendiéndo a limpiar pescado"; porque se nota que está escrito por una persona adulta y, porque no me ha resultado -como dice la sinopsis- ni divertida, ni tierna, ni sabia, ni amorosa. Hace mucho que no tenía la sensación de perder el tiempo leyendo una novela. De 2.