Leo "Las chicas" el libro que ha escrito la jovencísima Emma Cline, por el que Penguin Random House le ha pagado de adelanto dos millones de dólares y que viene avalado por Richard Ford, profesor de Cline en el Master de Escritura Creativa que imparte la Universidad de Columbia. En esta ópera prima, que comienza con una atrayente primera frase ("Volví la mirada por las risas y seguí mirando por las chicas."), la escritora consigue expresar de manera magistral lo que significa ser una chica, tanto en la California de 1969 con 14 años como en la edad adulta, cuando en la segunda línea argumental, nos encontramos con una Evie adulta que, ocupando una casa que le han prestado, pasa revista a los sucesos que protagonizó cuando, siendo una niña necesitada de amor, conoce a "las chicas" de la truculenta familia Manson. A pesar de que leo que la autora ha querido dejar de lado todo lo concerciente al crimen de Sharon Tate para dibujar el ansia y desesperación con la que Evie se lanza en brazos de las chicas, es evidente que en el horizonte del lector se halla el televisivo mito. Una poderosa construcción psicológica de los personajes, una contundente composición de los ambientes, un lenguaje depurado, mucha labor de documentación del relato histórico y una correcta labor de ensamblaje hacen de este libro, una estupenda novela. De 7,7.
