domingo, 11 de diciembre de 2016

El amor del revés

Diréis que soy tonta pero, en ningún caso, después de haber leído los dos últimos libros de Luisgé Martín "La misma ciudad" (2013) y "La vida equivocada" (2015), me he planteado cuál es la identidad sexual del autor. Y es ahora, cuando leo "El amor del revés", cuando descubro que el escritor madrileño es homosexual pues en estas 280 páginas, haciendo un ejercicio de literatura confesional, expone su vida a los lectores aún a riesgo -como dice- de que nos parezca vergonzosa o infame. En primera persona el autor compone unas "memorias sodomitas" -como dice-, desde que en el año 1977, a los 15 años de edad, ya tiene la certeza definitiva de que es "una cucaracha" (según sus propias palabras, a semejanza del Gregorio Samsa de Kafka) hasta su metamorfosis inversa a ser humano cuando alcanza, en el año 2006, los 29. Con un lenguaje culto donde brillan las referencias literarias, el novelista pasa revista a su infancia en el colegio de San Viator (donde sobrelleva su homosexualidad dentro de la doctrina católica), a la perdurabilidad invisible que tienen en el cerebro humano las ideas inculcadas en esa etapa, a las admoniciones clericales y a las burlas satánicas que oía en todas partes y que contribuyeron a forjar los trastornos de carácter, las fobias sociales, los miedos, las inseguridades, la ira y los estados depresivos que ha tenido desde entonces. El conflicto de la identidad, el oscurantismo que había en la sociedad española en esos tiempos acerca de la homosexualidad, sus confusiones sentimentales, sus miedos, su participación en terapias conductistas como método de reeducación sexual, su obsesión por la reprobación social, están íntimamente plasmadas en esta obra verdaderamente humana y comprometida, narrada con virtuosismo y sin nada de histrionismo. Arriesgado, valiente, formidable y reflexivo, de 9.