Disfruto con el último libro de Arturo Pérez Reverte "Falcó", recordando mis juveniles "encuentros" con la política entre centurias, camisas viejas, idearios falangistas y excombatientes. El escritor en esta novela (en la que supongo que, gracias a su edad, apenas ha tenido que recurrir a la documentación) vuelve a manejar con soltura el lenguaje, la intriga, el rigor histórico (España y Europa en el otoño de 1936), las correctas ambientaciones, los saltos temporales perfectamente integrados en la narración, las listas y temibles caracterizaciones de todos sus personajes, el predominio de las frases cortas que dan agilidad al texto y -gracias a un narrador omnisciente- la excelente semblanza de los pensamientos, sentimientos y ademanes de su protagonista perezrevertiano (sicario/intermediario/mercenario), Lorenzo Falcó. Y, si bien es cierto que esta novela no es tan culta e inteligente como la anterior "Hombres buenos", que no hay ninguna mujer de la que no se diga que está buena y que conocemos el spoiler, me ha resultado un libro muy bien elaborado y entretenido. Puro espectáculo, de 7.
