Leo "Patria", la última novela que el escritor Fernando Aramburu elabora
teniendo como hilo argumental el asesinato que el Comando Oria de ETA
lleva a cabo, en una localidad a escasos kilómetros de San Sebastián,
del "Txato", un empresario local. El escritor, con el empleo de la
cursiva para situar vocablos y modismos procedentes del euskera, con un
correcto estilo enfático (la voz salta del narrador protagonista al
narrador testigo), con una indicación detallada del marco físico,
poderosas insinuaciones del paso del tiempo, con destreza en la
composición del texto, con un acertado realismo que mantiene la tensión
narrativa, con profundas construcciones de los personajes (consigue que
conozcamos la voz, los sentimientos y pensamientos de los miembros de
las dos familias -la de la víctima y la del verdugo- afectadas por "la
causa vasca") que dotan de humanidad al texto y, en definitiva, gran
conocimiento del alma humana, ha creado -sin tomar de forma explícita
postura política- un emotivo libro que nos convence de la absurda
actividad ciega de ETA amparada en el propósito de defender la
identidad, la cultura y la lengua vascas. Así, el novelista consigue
plasmar con acierto, el automatismo que tenían los comandos etarras, la
unión de los vascos al calor de una causa, la legitimación de la lucha
armada por el clero vasco, el juego de la kale borroka (en la cuadrilla
de Joxe Mari tenían estipulado pagarle una cena al primero que prendiera
fuego a un cipayo), la costra de conformidad de los restantes vascos
del pueblo y, el temor, el dolor, el arrepentimiento y el perdón. He
leído sus 648 páginas, muy despacio, saboreando -de nuevo- el chocolate
en la cafetería de la Avenida, corriendo porque hay una manifestación en
el Bulevar, retirando la vista de las huchas para los presos que se
ponían encima de las barras de los bares, mientras recuerdo el
sufrimiento que esa lucha sin justificación, generó en todos nosotros y
las consecuencias físicas y psíquicas que acarreó a las víctimas
supervivientes. Dura y sensible en su parte final, a esta novela acerca
de la soledad, la conciencia y la justicia, le doy un 9.