martes, 13 de septiembre de 2016

La reina del desierto

Veo "La reina del desierto", la película que, acerca de la viajera, arqueóloga y espía, Gertrude Bell (quien pasó de describir ruinas bizantinas a participar en la creación de Iraq), está protagonizada por Nicole Kidman y dirigida por Werner Herzog, también autor del guión. Esta reconstrucción de la vida de la apasionante británica de ideología arabista, en la que no aparece nada de su perfil de arqueóloga sino que el guión está más bien centrado en los aspectos poéticos de las más de mil cartas que escribió y en las dos increíbles historias de amor que el Sr. Herzog le hace protagonizar (la diferencia de edad con James Franco me impide creerme la suya y la poca profundidad de la del cónsul británico, hace lo propio con la segunda), me ha parecido -a pesar de su excelente música, fotografía, vestuario y ambientación- un derroche de dinero y medios pues los diálogos son pésimos ("Prefiero un balazo en la cabeza que vivir sin ti", "Tiemblo por mí país cuando pienso que Dios es justo",...), ridícula la figura de Churchill o de su amigo Lawrence de Arabia (compartían la misma ideología en pro de la causa árabe), escenas sin sentido (el telegrafista a quien no conoce de nada le dice, tartamudeando, que daría la vida por una mujer como ella o esa en la que viene un cocinero a pedirle consejo sobre el tiempo que tarda en cocerse un huevo, cuando en ningún momento se ve a la actriz manejar utensilios de cocina), miradas fijas entre actores que no se han visto antes en la trama, mala construcción de los personajes, ninguna referencia a la final sobredosis de barbitúricos que hubiera dado más sentido a la película y, en definitiva, poco rigor en favor del espectáculo comercial. Mala, de 2.